Manejando la Culpa en Nuestra Familia

July 7, 2020

Desarrollo Personal, Terapia, Uncategorized

No hay nadie quien sepa tocar nuestras teclas mejor que nuestra familia ¡Y nadie nos enseña cómo manejar los sentimientos de culpa que puede aparecer con ella! La familia es uno de esos elementos de los cuales no podemos desvincularnos del todo. Ya sea por nuestra genética, nuestra crianza, nuestras metas a futuro, nuestras heridas, nuestros valores, nuestra familia nos acompaña.

La familia es nuestro primer espacio de socialización. Sin importar que tan grande, pequeña, saludable, disfuncional o quienes la integren, siempre tendrá un rol en la formación de quiénes somos como persona.

Dado a este impacto, es normal que manejemos sentimientos de culpa cuando quienes somos, nuestras metas y decisiones, no van de acuerdo con la que nuestra familia espera.

En ciertas circunstancias, nos creamos nuestra propia presión y ese sentimiento de culpa de que le debemos algo a nuestra familia. Sin embargo, la mayoría de las veces, nuestra propia familia nos crea esa presión de forma consciente o inconsciente. Ya sea a través de comentarios, roles de género, expectativas que nos comentan o en discusiones, nuestra familia nos deja saber sus expectativas para nuestra vida.

Y no es exagerado el pensar que esto puede generarnos una experiencia de crisis cuando sentimos que nuestra individualidad está en riesgo.

Dentro de esta experiencia, pueden desarrollarse sentimientos de culpa y de vergüenza. Y la culpa con respecto a nuestras familias puede ser una de las más difíciles de manejar. Nuestra cultura nos puede hacer sentir que le debemos algo a las personas que nos trajeron a este mundo.

En esta entrada, les comparto algunas sugerencias y perspectivas sobre cómo manejar esta culpa: ⁣

 

  • Las personas que nos criaron no son perfectas. Y aún cuando pueden tener buenos deseos para con nuestra persona, esto no significa que todas sus expectativas deben de ser cumplidas. No somos responsables de la felicidad de las personas que nos criaron, ni de cumplir todos sus sueños. Podemos desear un estilo de vida diferente, y es totalmente válido. ⁣

 

  • No hay un tiempo “correcto” para llegar a ser quienes queremos ser. A veces nuestra familia nos puede hacer sentir culpables por tener cierta edad y no cumplir ciertas expectativas que tienen. La vida no es una competencia, y nada merece que te sientas como un fallo. ⁣

 

  • No tienes que ser un hijo, hija, hermano o hermana o persona extraordinario/a para “ser suficiente”. Eres suficiente desde el momento en el que naciste. Nada ni nadie tiene el poder de hacerte sentir de otra manera. ⁣

 

  • ⁣En el momento en el que nos enfrentemos a los sentimientos de culpa, repite la frase de “Esto no me pertenece”. O puedes decirte cualquier frase que te provea una distancia entre tus decisiones y las emociones que tu familia esté provocando en ti. Nuestra familia puede estar compuesta por personas maravillosas. Pero esto no significa que tenemos la obligación de cumplir todo lo que esperan de nuestra persona.

 

  • Habrán momentos en donde tendremos que aprender a ser nuestra propia familia. Donde tendremos que ser aquella figura paternal, maternal, de cuidado, de apoyo, de seguridad hacia nuestra propia persona. Hay momentos en donde nuestra familia no podrá estar, ya sea porque no puede o escoge no hacerlo. Estas experiencias pueden ser profundamente dolorosas. Sin embargo, siempre tendremos la oportunidad de aprender a extendernos ese amor, cuidado, autovalía y seguridad.

Desenlazarnos del impacto y poder de nuestras familias es un proceso constante.

Sin embargo, no debe de ser un proceso que sea exclusivamente difícil, cargado de culpa y decepciones. El legado de nuestra familia conlleva elementos positivos, negativos y neutros. Cada familia carga con una historia que repite o que cambia. A veces romper patrones crean estos sentimientos de culpa, provocados por nuestra familia. Sin embargo, como te decidas relacionar con esta historia, es tu decisión y tu derecho. Te lo han otorgado desde el momento en que abres tus ojos por primera vez en este mundo.

Si te gustó este artículo, o tienes alguna pregunta, me encantaría escuchar de tu parte. 

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