¡Ya estamos llegamos al final del 2020! Siento que este año ya termina y yo todavía estoy procesando marzo. Y a la vez, tengo que reconocer que han pasado un millón de cosas al mismo tiempo. Ha sido un tiempo de dolor, de reflexión, de frustración y decrecimie nto. Aún hay experiencias, decisiones y emociones que no he procesado, y con las cuales eventualmente me tendré que sentar. Y aún cuando muchas personas están considerando borrar este año de sus vidas (a veces me he sentido así, tengo que confesar), la verdad es que el 2020 nos ha dejado con aprendizajes. Algunos que no pedimos, algunos que no entendemos, y otros que agradecemos. Y al encontrarnos frente el cierre de este año, y mientras nos permitimos sentir un poco de esperanzas para el siguiente, quisiera compartirles algunas reflexiones:
Algo también que me ha ayudado este año es a reformular mis metas pasada. Cuando digo reformular (o reframing en inglés) , me refiero a cambiar la perspectiva que le damos a algunas cosas. En este línk puedes leer un poco más al respecto. Te daré un ejemplo: Una de mis metas este año era la de bienestar, y pensaba que la misma se vería como ir al gimnasio regularmente, tener una rutina super saludable y estable, entre otras cosas. Y claro, eso no ocurrió en este año, y me sentí frustrada. Ahora, a través de reformular esa meta, veo que mi bienestar es que todavía me encuentro con vida y con salud, pudiendo dormir y sobreviviendo una pandemia lo mejor que puedo.
Si este post te ayudó de alguna forma, te hizo reflexionar o te creó alguna duda, me encantaría escuchar de ti.
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