¿Por qué es tan difícil cambiar? ¿O por qué cuando tenemos la oportunidad de hacerlo, nos resistimos?
Los cambios son difíciles, aún cuando sean para nuestro bienestar y crecimiento, es difícil enfrentar lo desconocido. Los cambios nos sacan de nuestro control y de nuestra zona de confort. Es normal que nos pongamos resistencia hacia realizar el cambio o el mantenerlo. Esta resistencia muchas veces es inconsciente, a veces queremos cambiar para bien: ser menos celosos, aplicar por esa beca, hacer ese cambio de look, conocer a nuevas personas… ¡Todo cosas buenas! Pero nos es difícil iniciar e incluso nos auto-saboteamos.
A veces no nos permitimos hacer las cosas que nos hacen bien por algunos de los siguientes motivos:
- Sentimos que no merecemos las cosas buenas.
- Sentimos que vamos a fallar, por lo tanto ¿por qué siquiera comenzar?
- Nos ponemos la presión de que debemos de hacer las cosas de forma perfecta, sino, no vale la pena.
- Nos da miedo el pensar qué van a decir las demás personas si cambiamos o si no logramos nuestras metas.
- Pensamos que no tenemos el apoyo suficiente para cambiar.
Estos patrones requieren de tiempo, compasión, y compañia para cambiarse, sin embargo no hay que esperar a tener “el tiempo” para comenzar. A continuación, les comparto algunas estrategias para permitirnos hacer esos cambios que necesitamos y merecemos.
Entonces, ¿cómo trabajamos con esta dinámica?
- Reflexiona sobre lo que te da miedo perder. Cuando cambiamos, aún para bien, dejamos atrás nuestros viejos patrones y lo que nos ha sido seguro y conocemos. Es normal que sea difícil el dejarlo ir. Toma un tiempo para reconocer lo que estas decidiendo dejar atrás. Después, pregúntate qué te está costando mantener este patrón. Muchas veces sacrificamos relaciones, quien realmente queremos ser, nuestro descanso y hasta nuestra salud para mantener patrones antiguos. Cuando lo identifiques, entonces permítete identificar el primer pequeño paso que puedes dar para ayudarte a pensar de forma diferente.
Un ejemplo de esto puede ser simplemente el recibir un cumplido. Este patrón se puede ver como: Alguien te dice “¡Me encantó la presentación que hiciste!”, e inmediatamente le respondes con un “Gracias, pero de verdad que hablé super rápido y pude haber hablado más claro cuando me hicieron esta pregunta” o una lista de todos tus errores. El primer paso es permitirte decir “¡Gracias!” sin agregar nada más, aún cuando se sienta incómodo. Este es un ejemplo de un pequeño cambio que ayuda a trabajar esa idea de que no merecemos cosas buenas o reconocimiento.
- Empieza por pasos pequeños. Suena como muy simple, pero a veces queremos hacer muchas cosas y nos ponemos expectativas muy altas. Si fallamos, entonces lo usamos como justificación para dejar las cosas por mitad. Por lo tanto, siempre espera dar lo mejor, pero en pequeñas dosis.
No hay que hacerlo perfecto, enfócate en crear constancia.
- Busca a personas que te apoyen y estén ahí para ti. Y explícales cómo pueden apoyarte. No todo el mundo apoya de la forma que queremos o necesitamos y puede resultar ser algo sobrecogedor. Explícale a tu círculo de apoyo cómo te pueden ser de ayuda y cómo pueden tener una comunicación saludable. Algunos ejemplos de esto es decirles:
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- El apoyo que necesito es que me escuches desahogarme, no necesito consejos.
- ¿Pudieras preguntarme si cumplí con las metas que me propuse esta semana?
- ¿Puedo trabajar a tu lado? Se me hace difícil trabajar sin compañia.
- ¿Pudieras acompañarme a tomarme un café? Necesito dejar de pensar sobre el trabajo por un momento.
- Mantén siempre pendiente el por qué este cambio es importante para ti. Muchas veces queremos cambiar por las demás personas, y a veces el feedback de nuestro ambiente es importante. Pero si nuestra razón de cambio viene del exterior, es difícil que el cambio sea sostenible. Así que toma un tiempo para darte cuenta de porqué deseas este cambio y el impacto positivo que desea que tenga para ti, por ti. Algunas preguntas para ayudarte a identificar tu motivo personal:
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- ¿Cómo me está impactando negativamente el no hacer este cambio en tu vida?
- ¿Qué oportunidades se te harían posibles con este cambio?
- ¿Con cuáles personas o recursos cuentas si en algún momento las cosas se ponen difíciles?
- ¿Cómo cambiaría tu vida para lo mejor si haces este cambio?
¡Espero que esta entrada te haya sido de ayuda! La terapia puede ser un espacio para ayudarte a crear y mantener cambios saludables en tu vida, y recibir el apoyo que necesitas para permitirte vivir la vida que deseas. Si quisieras saber más sobre mí y cómo puedo ayudarte a través de mis servicios, puedes escribirme un correo.
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