Digo que la forma en la que trabajamos muestra un aspecto de quien somos. Por lo tanto, se puede sentir como algo central en nuestra identidad. Por eso, creo que es importante entender cómo nuestra identidad laboral entra a nuestras relaciones románticas y cómo se maneja. A ver si me explico:
En una relación puede que una de las personas necesitas trabajar con un horario. La otra lo hace todo según se va recordando.
Una persona de la pareja trabaja y no tiene problemas en utilizar su celular. La otra no ve el celular desde que entra al trabajo.
Una persona no le gusta compartir con sus compañeros de trabajo y a la otra los considera súper cercanos.
Una de las personas en la pareja necesita sentir pasión por lo que hace en su trabajo principal. La otra pareja se siente contenta con tener un trabajo que pague las facturas. Esta persona encuentra placer en los proyectos independientes que tiene.
Una persona en la pareja siempre quiere continuar aprendiendo y a la otra le ha costado luego de que se graduó de la universidad.
Y en un mundo en donde nuestros trabajos se están volviendo más importantes, es un tema que requiere nuestra atención. Adicionalmente, el COVID-19 nos está haciendo pasar mucho más tiempo trabajando en el mismo espacio. Un espacio que se comparte en exceso, puede hacer que las tensiones alrededor de la cultura laboral aumentan en las parejas.
Cuando estas situaciones ocurren, es importante darnos el tiempo y el espacio de entender el contexto. Cada persona crece en una familia que tiene diferentes valores e historias, y estos, crean una narrativa que nos define. Nuestras familias crean dinámicas en nuestra persona sobre la importancia del dinero, de los límites, de la perfección, de los logros, de los errores, las relaciones, el respeto, sobre nuestro género, nuestras capacidades, etc. Y TODO esto entra en nuestra relación con el trabajo. Adicionalmente, si eres parte de una generación que se encuentra entre los 35-19 años, habrás experimentado la enorme presión que tenemos de ser una generación de mayor productividad y mayor tiempo invertido en nuestro desarrollo profesional.
Esta narrativa no desaparece cuando entramos en una relación. Al contrario, se continúa desarrollando y muchas veces intensificándose ante la presencia de la otra persona. A veces pensamos que cambiar la cultura laboral en nuestra pareja, a cambio del “bienestar” de la relación debe de ser fácil. Sin embargo, el riesgo de esto es que seria sobre-simplificar el pasado de cada persona.
El tener este tipo de conversaciones requiere un nivel de vulnerabilidad, no salen naturales. Pero crean un espacio de crecimiento exponencial para nuestras relaciones y calidad de vida. Sin embargo, para explorar estos temas a profundidad y poder estar presentes desde un espacio de receptividad y no de reaccionar, es importante conocer nuestra propia relación alrededor del tema del trabajo. Puedes aventurarte, crear una consciencia más profunda y potencializar tu relación, a través de la terapia. Seria un placer para mí el acompañarte en el mismo. HAZ CLICK AQUÍ PARA PONERNOS EN CONTACTO.
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